Creo, sin temor a equivocarme, que es la puerta grande al valle de Ordesa. Hace unos años, cuando pasaba corriendo por su por su lado, buscando los tresmiles, no llegue a imaginar que con el tiempo, serenadas -pero no perdidas- las ansias de cimas, lo recorrería sintiendo y disfrutando cada rincón del camino.
El viejo camino comienza en el propio pueblo de Torla y nos lleva, en este primer tramo de Turieto Bajo, hasta la pradera de Ordesa.
Se toma el camino que se dirige al puente de La Glera situado cerca de Torla para cruzar el río Arazas. Cruzado el río, cogemos la pista que sigue la margen izquierda por camino señalizado (GR 15.2). Se continúa hasta coger un camino dejando la pista a mano derecha en una curva pronunciada que nos lleva hacia el puente de los Navarros y el puente de la Ereta (todos indicados), finalmente abandonamos el camino y entramos en la GR 11.
Suaves subidas, bordeando la Peña Duáscaro y la Cresta de Diazas nos llevan, por la margen izquierda del río Arazas a través de pinares de pino silvestre y enormes abetos que, en algunos tramos, difícilmente dejan penetrar los rayos solares.
Nos asomamos, en este año de deshielo tardío, a las cascadas de Molinieto y Abetos y casi sin darnos cuenta llegaremos al Puente de Briét. Aquí podemos elegir cruzarlo o seguir hasta el Puente de las Fuentes, éste último para cruzar al aparcamiento y la Pradera de Ordesa (2h).
Y aunque os dejo las fotos, lo que cuenta recordar, son las sensaciones del camino andado…
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3 comentarios:
Ángel:
Me has tocado la fibra. Esta excursión me trae unos recuerdos espectaculares.
Por lo menos antes, era una excursión algo desconocida para el gran público y no le envidia en nada a los típicos paseos por Ordesa.
Yo la he hecho desde Broto por lo que era el camino viejo de Broto a Torla (o viceversa).
Las fotos son geniales. ¡Mil gracias y un abrazo!
Me fascina la montaña y el parque entero es un paraiso.Este rinconcito del pirineo aragonés lo llevo muy dentro.
Precioso el recorrido y las fotos.
Un saludo
Hola Nacho,
Me alegro que te guste y sobre todo que te traiga recuerdos. Como decia al final en las fotos no “pintas” las sensaciones éstas hay que vivirlas. Y afortunadamente parece que de momento se salva de la masificación general que sufre el parque.
Hola Sonia,
Si es un paraíso, estoy de acuerdo, pero la “turisficación” que sufren ciertos sectores del parque me recuerda más al templo de los mercaderes que a un verdadero espíritu proteccionista...menos mal (a ver si tengo un rato y la “cuelgo”) que todavía hay marchetas donde no te cruzas con casi nadie.
Y para mí, este rinconcito, fue el descubrir de la montaña y mi primer tres mil. Así que imagínate…
(Y mis perdones a ambos por tardar en contestar pero he andado un poco liado por cuestiones de trabajo)
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