Si el camino Turieto es la puerta grande de Ordesa, la faja de Pelay es, posiblemente, la mejor opción para ver el valle en su verdadera dimensión…
Para entrar en la Faja solo hay dos alternativas: Subir los 600 metros de desnivel por la mítica y temida senda de los cazadores o entrar desde el Circo de Soaso. Yo particularmente prefiero la primera opción e ir al encuentro del macizo calcáreo más alto de Europa: Monte Perdido.
Como ya hemos entrado en la temporada turística por excelencia nos toca subir en el autobús (preparar 4,5 Euros por cabeza) que con suerte pillamos casi sin esperar. Por fin, tras rescatar las mochilas de las tripas del monstruo que nos ha subido (en una operación digna de los marines -la gente no tiene ni pizca de educación), comenzamos la marcheta:
Al final de la pradera tomamos a nuestra derecha el señalizado camino de la “Senda de los Cazadores” y nos adentramos en el espeso bosque que casi sin avisar se empieza a empinar. Comienza así, sin aviso, el largo zigzag que nos subirá durante hora y media (que conviene tomarse con calma) hasta el mirador de Calcilarruego…
Pero la subida va teniendo sus recompensas: Entre la espesa vegetación vemos aparecer el Tozal, el circo de la Carriata, la cascada de Cotatuero y la Brecha de Roldan.
Dejamos a nuestra derecha el desvió a la punta de Acuta y en dos revueltas mas llegamos hasta el mirador, donde es obligada la foto y reponer algo las fuerzas. Las vistas son impresionantes:
Y entramos en la faja de Pelay.
A partir de aquí el camino llanea buscando el circo de Soaso y la cascada de Cola de Caballo. La sensación de verticalidad es impresionante: vemos, 600 metros mas abajo, la pradera y el río Arazas y conforme avanzamos, así, a vista de pájaro, vemos las cascadas y como no las gradas de Soaso y su “romería” habitual de gente.
Hace ya un rato que hemos dejado atrás la vista de Cotatuero y la cima del Taillon, el Perdido es ahora el señor del paisaje, y a lo lejos vemos aparecer la Cola de Caballo.
Tras unas tres horas y media desde que empezamos cruzamos el puente de Soaso y comenzamos el retorno por el camino “normal” de Ordesa (que como siempre esta mas que transitado) hasta la pradera. En total unas 6 Horas (a buen ritmo).
Y contra mí costumbre unas recomendaciones:
- La senda, que en verano no presenta ninguna complicación técnica, es MUY PELIGROSA con nieve y muy expuesta a aludes.
- Recomendada para gente acostumbrada a andar. El primer tramo, sin ser excesivamente duro, se hace pesado y hay que tomarlo con calma.
Cuidaros y disfrutar.